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domingo, 29 de noviembre de 2015

Depresión de domingo


                Por los pasillos de los barrios de la gente común, quienes hacen cosas comunes, y tienen aspiraciones comunes, y actúan comúnmente se comenta que los domingos a la tarde un sentimiento de intranquilidad invade el cuerpo de un gran número de personas. Este mal afecta desde la garganta hasta el centro del estómago, y tiende a dominar los pensamientos del cerebro.

                Un grupo de científicos quienes no estudiaron para tener ese título, se ocupó de descubrir cuál es la razón por la cual este malestar afecta a tantas personas comunes, de origen común, con contextos no comunes.

                1º caso de estudio:

                El vacío resakistencial: Hay un perfil de personas que desde el lunes a las 08:00 a.m. solo está esperando que llegue el viernes a las 18:00 p.m. para iniciar a ingerir alcohol de manera violenta y con propósitos de pérdida de memoria,  moretones en el cuerpo, ropa customizada por fernet, vino, alcohol, cerillas de cigarrillos, perdida o rotura de celulares, victima de hurto o extravió de dinero en billetera, etc…

                Nuestros profesionales sumamente prescindibles observan en el paciente un estancamiento de sensaciones desde el lunes hasta el viernes. La persona no demuestra sentimientos, y se podrían extraer estos días de su vida. Tenemos un tope de felicidad desde el viernes a las 10:00 p.m que se mantiene estable hasta la pérdida del conocimiento. Vemos como esta felicidad se reduce desde que el paciente se levanta al otro día hasta que se recompone y vuelve a salir. Observamos el alcance de felicidad nuevamente a partir del sábado a la noche.

                Ahora bien, cuando el paciente se despierta el día domingo es portador de lo que se denomina: “soledad del fiestero”. Todo sabemos que los sensibles sufren con el amor, que los estudiantes sufren leyendo y releyendo, que los deportistas sufren manteniéndose en línea y siguiendo la dieta, que los filósofos sufren…toda la vida. Pero los fiesteros sufren los domingos a la tarde. Su éxtasis se vive de noche con gente desconocida, que la mayoría de las veces nunca va a volver a encontrarse, o  con amigos que al otro día se encontrarán en la misma situación que él. Y es que aunque se encuentre en familia, o con amistades, el solo hecho de tener resaka le produce una nostalgia con la cual inicia todo el recorrido hacia la depresión del domingo. En este momento, es cuando se registra el mínimo nivel alegría, cuando la depresión se va apoderando de un estomago débil y derrotado que se está recuperando de los últimos dos días, y avanza hasta apoderarse de los pensamientos. Primero se convierte en una vocecita que le dice a la víctima: -Mañana es lunes, ¿Cuánto falta para el próximo viernes? – Después continúa con más preguntas: -Hoy te levantaste a las 12:00 del mediodía, mañana ¿A qué hora entras a trabajar? Si la víctima puede sortear estas preguntas, está bien encaminado. En cambio, si quiere combatirlo con más alcohol, está en problemas. Hubo casos en los que el enfermo llamo a su ex para reconciliarse, otros que iniciaron una pelea con los vecinos, y hasta algunos que se animaron a correr una maratón…desnudos.  Para resaltar, podemos decir que la persona que corrió la maratón, la ha ganado, aunque en los diarios no dice que entro en los últimos diez metros, y después de correr estos sufrió un desmayo. Para más información, googlear, Maraton Disney no on ice puerto madero “borracho desnudo arruina carrera familiar”.

                Este caso es real en algún lugar en el cual la realidad esta distorsionada. Por razones de suma restricción propia no se puede postular más de un caso de depresión por domingo.

                Pero, si la depresión acude a ti, es porque al día siguiente no harás algo bueno, porque lo que vas a hacer al día siguiente es algo que no harías si te dieran la opción de no hacerlo.  Y si la razón es por el dinero, empezá a buscar algo que te apasione cuando lo tengas. Porque la depresión de los domingos también afecta a los adinerados que no tienen algo para hacer los lunes.

Steve Jobs - Lecciones de liderazgo "Responsabilízate de todo el proceso"


               “Estar en el ecosistema de Apple podía resultar tan sublime como entrar en uno de los jardines zen de Kioto que tanto le gustaban a Jobs”

                Jobs sabía que la mejor forma de alcanzar la sencillez era asegurarse de que el hardware, el software y los periféricos se encontrasen firmemente integrados. Un ecosistema de Apple –un iPod conectado a un Mac con un software de iTunes, por ejemplo- hacía posible que los dispositivos fueran más sencillos, la sincronización más fluida y los fallos, menos frecuentes. Las tareas más complejas, como crear nuevas listas de reproducción, podían llevarse a cabo en el ordenador, lo que permitía que el IPod contase con menos funciones y botones.

                Jobs y Apple asumían la responsabilidad completa de la experiencia del usuario, algo que muy poca compañías hacen. Desde el funcionamiento del microprocesador ARM del iPhone hasta la compra del teléfono en una tienda Apple, todos los aspectos relacionados con la experiencia del cliente estaban estrechamente unidos. Tanto Microsoft en la década de los ochenta como Google en los últimos años han mantenido un enfoque más abierto que ha permitido que varios fabricantes de hardware utilicen sus sistemas operativos y su software. En ocasiones, ese modelo de negocio ha demostrado ser mejor, pero Jobs creía fervientemente que esa era la receta para crear (por emplear su término técnico) productos de mierda. << La gente está muy atareada – decía-. Tienen cosas mejores que hacer que preocuparse de cómo integrar sus ordenadores y dispositivos. >>

                Parte de la obsesión de Jobs por responsabilizarse de lo que él llamaba <<el paquete completo>> era fruto de su personalidad, que era muy controladora. Sin embargo, también obedecía a su pasión por la perfección y por crear productos elegantes. Le entraba urticaria, o algo peor, cuando veía cómo se utilizaba el fantástico software Apple en un hardware insulso de otra empresa, y era igualmente alérgico a la idea de que aplicaciones o contenidos que no hubieran sido aprobados previamente pudieran contaminar la perfección de un dispositivo de Apple. Este enfoque no siempre rinde el máximo beneficio a corto plazo, pero en un mundo lleno de aparatos chapuceros, mensajes de error inescrutables e interfaces irritantes, sí que daba lugar a sorprendentes productos caracterizados por una grata experiencia del usuario. Estar en el ecosistema de Apple podía resultar tan sublime como entrar en uno de los jardines zen de Kioto que tanto le gustaban a Jobs, y ninguna de las dos experiencias se lograba rezando en el altar de los códigos abiertos o dejando que crecieran un millar de flores. A veces es agradable estar en manos de un obseso del control.
 
Extraído del libro "Steve Jobs - Lecciones de liderazgo" - Walter Isaacson

viernes, 27 de noviembre de 2015

Steve Jobs - Lecciones de liderazgo "Simplifica"


<<La sencillez es la máxima sofisticación>>



              La habilidad zen de Jobs para concentrarse iba acompañada de un instinto afín, el de simplificar las cosas centrándose en su esencia y eliminando todos los componentes innecesarios. <<La sencillez es la máxima sofisticación>>, afirmaba Apple en su primer folleto publicitario. Para entender lo que esto significa, basta comparar cualquier software de Apple con, por ejemplo, Microsoft Word, que es cada vez más feo y abigarrado, con barras de navegación nada intuitivas y molestas funciones añadidas. Es un recordatorio de la gloria alcanzada por Apple en su búsqueda de la sencillez.

                Jobs aprendió a admirar la sencillez cuando trabajaba en el turno de noche en Atari tras dejar los estudios en la universidad. Los juegos de Atari no traían manual de instrucciones y tenían que ser lo suficientemente sencillos como para que un estudiante pudiera utilizarlos. Las únicas instrucciones del juego de Star Trek eran: <<1. Introduce una moneda. “. Evita a los Klingon.>> Su amor por la sencillez se refinó durante los seminarios de diseño a los que asistió en el Instituto Aspen a finales de la década de los setenta, en un campus construido en estilo Bauhaus que se caracterizaba por las líneas limpias y el diseño funcional, carente de florituras o distracciones.

                Cuando Jobs visitó el Centro de Investigación de Palo Alto de Zerox y vio los planos para un ordenador que tenía una interfaz de usuario más amable y un ratón, se propuso conseguir un diseño más intuitivo (su equipo permitía al usuario pichar y arrastrar los archivos y carpetas sobre un escritorio virtual) y más sencillo. Por ejemplo, el ratón de Xerx tenía tres botones y costaba 300 dólares; Jobs acudió a una empresa local de diseño industrial y le dijo a uno de sus fundadores, Dean Hovey, que quería un modelo sencillo con un solo botón que costase 15 dólares. Hovey accedió.

                Jobs perseguía la sencillez que se alcanza al conquistar la complejidad, en lugar de ignorarla. Se dio cuenta de que lograr una simplicidad tan profunda daría lugar a una máquina que se adaptará al usuario de forma intuitiva en vez de suponerle un desafío. <<Hace falta mucho trabajo –afirmaba- para que algo resulte sencillo, para comprender de verdad los desafíos latentes y obtener soluciones elegantes. >>

                Cuando conoció a Jony Ive, diseñador industrial de Apple, Jobs encontró a su alma gemela en su búsqueda de una sencillez profunda y no meramente superficial. Ambos sabían que algo así no se logra simplemente con un estilo minimalista o con la ausencia de desorden. Para eliminar los tornillos, los botones o el exceso de pantallas de navegación era necesario alcanzar una compresión profunda de la función que desempeñaba cada elemento. <<La sencillez requiere llegar a lo más profundo – explico Ive-. Por ejemplo, para conseguir que algo no lleve tornillos, puedes terminar con u producto muy enrevesado y complejo. La mejor forma de solucionarlo es profundizar en la simplicidad, comprenderlo todo sobre el producto y su fabricación. >>

                Mientras se diseñaba la interfaz del iPod, Jobs trató de encontrar en todas las reuniones la manera de deshacerse de lo superfluo. Insistía en que debía ser capaz de acceder a cualquier opción que quisiera con solo tres clicks. Una de las pantallas de navegación, por ejemplo, preguntaba a los usuarios si querían realizar la búsqueda por canción, álbum o artista. << ¿Para qué necesitamos esa pantalla?>>, preguntaba. Los diseñadores se dieron cuenta de que no era necesaria. << A veces estábamos rompiéndonos la cabeza para solucionar algún problema con la interfaz, y entonces él decía: “¿Habéis pensado en esto?” – Comenta Tony Fadell, director del equipo del iPod-. Y entonces todos decimaos: “¡Hostia!”. Él redefinía el problema o el enfoque que debíamos darle, y nuestro pequeño contratiempo desaparecía. >> Hubo un momento en que Jobs planteó la sugerencia más sencilla de todas: deshacerse del botón de encendido y apagado. Los miembros del equipo al principio quedaron desconcertados, pero después se dieron cuenta de que el botón no era necesario. El dispositivo podía apagarse de forma gradual mientras no se utilizara y encenderse de nuevo al volver a interactuar con él. Asimismo, cuando le presentaron una serie de propuestas abigarradas para las pantallas de navegación de iDVD, que permitían que los usuarios grabaran archivos de vídeo en un disco, Jobs se levantó de un salto y dibujo un sencillo rectángulo en una pizarra. <<He aquí la nueva aplicación – anunció-. Tiene una ventana, se arrastra el vídeo hasta la ventana, a continuación se pulsa el botón “Grabar” y ya está.

                Cuando buscaba empresas o sectores vulnerables a su entrada, siempre preguntaba quien estaba haciendo productos más complicados de lo necesario. En el año 2001, encajaban en esa descripción los reproductores de música portátiles y la forma en que adquirían las canciones a través de internet, lo que le llevo a concebir el iPod y la tienda iTunes. Los teléfonos móviles fueron los siguientes. Jobs solía coger los móviles de los demás en medio de una reunión y vociferaba (con razón) que nadie podía ser capaz de averiguar cómo se utilizaban ni la mitad de las funciones, incluida la agenda. Al final de su carrera su mirada estaba puesta en la industria de los televisores, que había hecho casi imposible que la gente pudiera ver lo que quisiera y cuando quisiera con un simple click.
 
Extraído del libro "Steve Jobs - Lecciones de liderazgo" - Walter Isaacson

domingo, 22 de noviembre de 2015

… Ese político te esta boludeando.


Hubo elecciones en Argentina en el día de ayer, y sin mencionar nombres ya que es lo que menos importa, hay un ambiente bastante particular. Algo es seguro, la ideología política de Argentina cambio de bando, y eso no es algo de lo que tendríamos que estar orgullosos. Como en el transcurso de la historia Argentina, el corto, mediano y largo plazo pareciera ser uno solo y se encuentra en los próximos cuatro años.

La política como  el origen de lo incorrecto:

                Y los candidatos se muestran ante la gente, sin importar de donde vienen, sin importar a donde van, brindándole importancia a la basura que sale de su boca. Muchas veces estas palabras están guionadas por expertos que estudian el mercado, la gente, las instituciones y cómo se comportan estos factores y como seducirlos o como manejarlos. Y ahí está, en frente de nosotros, una persona que ha practicado frente al espejo miles de veces lo que nos está diciendo a nosotros. ¿Verdaderamente piensa lo que dice? ¿Realmente sabe lo que dice? Que pobreza cero esto, que seguridad total lo otro.

                ¿Qué tan insano es que la pasión se apodere de algo tan frágil como la política? Siempre que la pasión interviene, disminuye la racionalidad, porque cuando tenemos pasión por algo, cuando tenemos pasión por un lado, por un sector, por un equipo, por un partido lo defendemos a cualquier precio… porque eso provoca la pasión.

                “Pasión según el diccionario: Sentimiento vehemente, capaz de dominar la voluntad y perturbar la razón, como el amor, el odio, los celos o la ira intensos.

            Entonces, cuando este sentimiento está en nosotros, nos hace defender a cualquier costo nuestra ideología, y en un punto está bien que defendamos lo que creemos que es correcto, porque de alguna manera, ese partido nos representa, ese partido somos nosotros, y como buenos competidores, no queremos perder.  Y es en este punto donde inicia lo irracional. Es imposible que un partido pueda llegar a cubrir todas las necesidades de una población, es ilógico que una sociedad actual no sea desigual. Es coherente que las políticas que favorecen a la clase alta sean vistas con malos ojos por las clases inferiores, como tiene sentido que políticas de centro izquierda o izquierda no sean aceptadas por clases económicas altas. Y creo, que algún punto, en el fondo o no tan en el fondo, lo sabemos. Pero la pasión nos enceguece y no nos deja admitir las falencias. ¿Cuál sería la imagen de un político que diga: -La verdad que sí, la pobreza aumento? O  ¿Quién votaría a alguien que nos diga que va a destinar un porcentaje mayor del PBI a la educación y va a dejar de lado la salud? Porque en definitiva, no se puede hacer todo y cada uno lo sabe, pero a la hora de remarcar las debilidades de un gobierno nadie se da cuenta de eso. Pero, sin duda, el momento incomodo es cuando se ven monólogos disfrazados de debates, cuando todo el mundo sabe de política, cuando los ingenieros saben de economía, cuando los contadores saben de derecho, cuando las amas de casa saben de absolutamente todo.

Ejemplo, Caso 1 y único (generalmente es el mismo):

 En este “bimonólogo” hay dos partes en principio. El juego comienza cuando una parte le recrimina a la otra parte, una falencia del partido al que pertenece quien recibe el agravio. Generalmente el emisor de la falencia la escucho en un medio, ya sea televisión, titular de diario, E-mail, Internet, radio etc.. (Aclaremos que la recriminación es justa, veraz, y que indudablemente deja sin excusas a su contrincante).  Es el turno de la otra parte, como primera acción, escucha la recriminación, pero al parecer (por sus gestos) sabe que algo está mal y que probablemente la otra parte tenga razón, pero da la casualidad que justo en esa materia no está apto para hablar, es decir, si toma ese camino sabe de antemano que no tiene el conocimiento necesario para ganar. Por eso, es el momento de retrucar con otra cosa, la mayoría de las veces totalmente diferente al planteo inicial. Ahora bien, este planteo puede ser algo positivo del partido al que sigue, o puede contratacar con una nueva recriminación. Este juego de tires y aflojes continua hasta que ambos se van quedando sin argumentos, y la mayoría de las veces termina con alguien enojado, o se podría decir que los dos.  El resentimiento aumenta contra el partido opuesto, y los participantes buscan otros contrincantes para volcar sus monólogos.

            Retomando el centro de la cuestión. Y tomando como ejemplo el país Argentina:

·         Cuando perteneces a países del tercer mundo y un político te está diciendo que va a haber pobreza cero cuando eso ni se logra ni en Suiza… ese político te esta boludeando.

·         Cuando un político te menciona que en su mandato va a acabar con la inseguridad, cuando esto no se logra en países del primer mundo y chorros siempre hubo… ese político te esta boludeando.

·         Cuando te dicen que Argentina es un país rico que puede alimentar a 400 millones de personas. Primero que esa producción es del productor agropecuario que no te va a regalar ni un choclo, segundo que para importar tu Smart tv tan amado hay que exportar varios kilos/toneladas de soja por lo que no es un buen negocio. Es por eso que…. Ese político te esta boludeando.

·         Cuando en las entrevistas pre-elecciones el candidato o alguno de su gabinete evita hablar de un tema al cual se aborda demasiado…esos políticos no solo te están boludeando, sino que van a hacer eso sobre lo que no quieren abordar.

 

Y es así, como estamos siempre adentro de segmentos, de cubos de pasión que no nos dejan ver. Que si soy de derecha, que si soy de izquierda, de centro izquierda, que el clientelismo, que no hay un electorado capacitado para votar. Y seguimos girando por la historia de Argentina, viendo como las cosas se repiten, una y otra vez. Y vuelven a suceder como si nada y con los mismos resultados, pero es indescifrable como nadie se acuerda, o como nadie quiere acordarse. Y como una táctica más, eso que tanto nos hace hablar de política es nuestra principal debilidad, esa pasión es el medio para que los que buscan el poder lo utilicen como campaña de marketing.

Y cuando las plazas sigan siendo parecidas a canchas de futbol con gente vitoreando a un representante que no es nada más que un hombre tal como nosotros… ese político te esta boludeando.