Por los pasillos de los barrios de la gente común, quienes
hacen cosas comunes, y tienen aspiraciones comunes, y actúan comúnmente se
comenta que los domingos a la tarde un sentimiento de intranquilidad invade el
cuerpo de un gran número de personas. Este mal afecta desde la garganta hasta
el centro del estómago, y tiende a dominar los pensamientos del cerebro.
Un
grupo de científicos quienes no estudiaron para tener ese título, se ocupó de
descubrir cuál es la razón por la cual este malestar afecta a tantas personas
comunes, de origen común, con contextos no comunes.
1º caso
de estudio:
El vacío resakistencial: Hay un
perfil de personas que desde el lunes a las 08:00 a.m. solo está esperando que
llegue el viernes a las 18:00 p.m. para iniciar a ingerir alcohol de manera
violenta y con propósitos de pérdida de memoria, moretones en el cuerpo, ropa customizada por
fernet, vino, alcohol, cerillas de cigarrillos, perdida o rotura de celulares,
victima de hurto o extravió de dinero en billetera, etc…
Nuestros
profesionales sumamente prescindibles observan en el paciente un estancamiento
de sensaciones desde el lunes hasta el viernes. La persona no demuestra
sentimientos, y se podrían extraer estos días de su vida. Tenemos un tope de
felicidad desde el viernes a las 10:00 p.m que se mantiene estable hasta la pérdida
del conocimiento. Vemos como esta felicidad se reduce desde que el paciente se
levanta al otro día hasta que se recompone y vuelve a salir. Observamos el
alcance de felicidad nuevamente a partir del sábado a la noche.
Ahora
bien, cuando el paciente se despierta el día domingo es portador de lo que se
denomina: “soledad del fiestero”. Todo sabemos que los sensibles sufren con el
amor, que los estudiantes sufren leyendo y releyendo, que los deportistas
sufren manteniéndose en línea y siguiendo la dieta, que los filósofos sufren…toda
la vida. Pero los fiesteros sufren los domingos a la tarde. Su éxtasis se vive
de noche con gente desconocida, que la mayoría de las veces nunca va a volver a
encontrarse, o con amigos que al otro
día se encontrarán en la misma situación que él. Y es que aunque se encuentre
en familia, o con amistades, el solo hecho de tener resaka le produce una
nostalgia con la cual inicia todo el recorrido hacia la depresión del domingo. En
este momento, es cuando se registra el mínimo nivel alegría, cuando la
depresión se va apoderando de un estomago débil y derrotado que se está
recuperando de los últimos dos días, y avanza hasta apoderarse de los
pensamientos. Primero se convierte en una vocecita que le dice a la víctima:
-Mañana es lunes, ¿Cuánto falta para el próximo viernes? – Después continúa con
más preguntas: -Hoy te levantaste a las 12:00 del mediodía, mañana ¿A qué hora
entras a trabajar? Si la víctima puede sortear estas preguntas, está bien
encaminado. En cambio, si quiere combatirlo con más alcohol, está en problemas.
Hubo casos en los que el enfermo llamo a su ex para reconciliarse, otros que
iniciaron una pelea con los vecinos, y hasta algunos que se animaron a correr una
maratón…desnudos. Para resaltar, podemos
decir que la persona que corrió la maratón, la ha ganado, aunque en los diarios
no dice que entro en los últimos diez metros, y después de correr estos sufrió
un desmayo. Para más información, googlear, Maraton Disney no on ice puerto
madero “borracho desnudo arruina carrera familiar”.
Este
caso es real en algún lugar en el cual la realidad esta distorsionada. Por
razones de suma restricción propia no se puede postular más de un caso de depresión
por domingo.
Pero,
si la depresión acude a ti, es porque al día siguiente no harás algo bueno, porque
lo que vas a hacer al día siguiente es algo que no harías si te dieran la
opción de no hacerlo. Y si la razón es
por el dinero, empezá a buscar algo que te apasione cuando lo tengas. Porque la
depresión de los domingos también afecta a los adinerados que no tienen algo
para hacer los lunes.