Martín Iron

               The world knows about the cowboys. Cowboys are people who live in the middle of the desert in the west of the United States. You can see them in movies with his ridiculous hats, boots and an accent very difficult to understand like if you were on vacation in Rio de Janeiro with your awful english and heard an Australian for first time… Exactly. You´d understand nothing.

                But here in Argentina, we don´t have Cowboys. We have true heroes. We have Gauchos. The gaucho is a particular character who lives in “La Pampa húmeda” in the middle of the country. The gauchos are brave as lions, they don´t fear to anything. The only thing that the Gaucho hates more than work at the office is the injustice.

At the present, there are so few of them. But in the nineteen century they were in charge on keep the safe of people. They used to be lay down all day in his “Chosas” drinking “Mate” (typical drink of people who live in lands close to Rio de La Plata) and sharing time with his wife “La China”.  The funniest thing about the Gauchos is the clothes that they wearing. They wear “bombachas” instead pants and his weapon is two little balls with a rope that get them together - “La boleadora”. They´ve fought against the most powerful people during decades. They´ve fought against those who abuse of his power, just to get richer his friends and contacts.

The debacle of "The Gaucho" has come up when the politicians were looking for new lands to keep the economy stable. They decided that the unique option to be leader of the region was to made a pact with his powerful friend Great Britain. This country from Europe gave modern weapons to Argentina and to his government. Because of that, the "boleadoras" got useless against them. Day after day "El Gaucho" has loose his figure of hero. He saw how his roll was separated from Argentinian Culture until almost die.

There was one gaucho who survive all kind of pressions, tortures and injustices.  One man who got famous because of his adventures, because of his courage. One man who is recognize for every Argentinian who believe in justice. It doesn´t know if he is alive or he was a myth. But we know something for sure, he is a legend. His name is… Martín Iron. 

#Ponja

                This is the real thing: Me he despertado hoy en un lugar desconocido. No tengo conocimiento de mi nombre, ni de cuantos años tengo, no sé de dónde vengo y ni siquiera si tengo familia o no. Me miro en el espejo y la verdad no se bien si soy yo. No tengo recuerdos de como era mi aspecto físico antes… si era de otra manera. Estoy solo en un departamento bastante amplio, no hay fotos de personas, ni mías. La heladera está llena, una televisión enorme, aire acondicionado y todo lo necesario para poder subsistir. Me asomo por el balcón y veo infinidad de personas, pantallas leds y publicidad de las mejores y más renombradas marcas. Por un segundo pienso que estoy en un sueño o peor aún, que soy el personaje de un libro o de una película en la cual solo se cuenta un tramo de la vida de alguien ¿Acaso están escribiendo sobre mí en este momento?

                Estoy aterrorizado y no contemplo la idea de salir a la calle. Me ducho y me visto con ropa que nunca había portado antes. Alcanzo a comer de lo que puedo reconocer en la heladera, sinceramente hay ciertos ingredientes y alimentos de los cuales nunca he oído. Pasan los minutos y decido encender la notebook que está posada en un escritorio es la esquina, frente a la puerta principal del departamento. En la pantalla de inicio salen unas siglas que no puede reconocer e identificar. Me rindo y regulando mi fuerza cierro la notebook con cuidado. Me dispongo a encender la TV, pero no entiendo el idioma que hablan. Las personas que están en la tv son semejantes a mí, son pálidas, en su mayoría vestidos de manera muy formal. De estatura media/baja ¿Pero de estatura media/baja con respecto a quién? Tengo la sensación de tener algún marco de referencia de alguna vida pasada o de experiencias previas, pero no logro recordar.

                Pasadas cuatros horas, mi ansiedad no me deja estar quieto. Por alguna razón, tengo conocimiento de que el ser ansioso es una cualidad de mi persona. La persona que esta escribiendo sobre mí, debe haberme descripto con esta característica. Salgo por el pasillo del piso donde vivo, o eso creo, subo al ascensor y al ver el tablero del mismo, no logro reconocer los números. Veo siglas irreconocibles las cuales no puedo descifrar. Por intuición coloco mi índice sobre lo que para mí sería planta baja, el ascensor inicia su descenso. La velocidad del mismo me hace asustar, parece más rápido que esos ascensores modernos de los rascacielos ¿Rascacielos de dónde? Al detenerse, se abren las puertas y doy con la salida del edificio. Comienzo a caminar por las veredas de la ciudad. Hay locales de todos los rubros, hay de tecnología, de juguetes, de muebles, de conejos colgados en unos ganchos. Nunca pensé que se podía tener algo tan moderno como un robot de última generación al lado de un conejo destripado. Decido ingresar a una tienda de comida, y trato de hablarle al comerciante. No logró entender ni una sola palabra de lo que me dice. 

                Los ciudadanos son raros, tímidos. Puedo percibir una inteligencia fuera de lo normal, pero no me doy cuenta si su timidez esconde algo de malicia, o simplemente son tímidos por sus falencias físicas: son delgados y enanos, con el rostro angosto y de rasgos desapercibidos. Tienen los brazos flacos, al igual que sus piernas, sus cuellos y todos tienen el mismo peinado. Pero el mayor rasgo distintivo son los ojos, el parpado de arriba esta muy cercano al parpado de abajo. Se podría dibujar los ojos con una sola línea recta. ¡Eso Es! ¡Son japoneses! No se como ni porque, pero me doy cuenta de que estoy en Kobe, en Japón.  ¿Pero como he llegado acá? Es decir ¿cómo me transforme en japonés? Yo no tenia este aspecto que ahora veo en el espejo cuando me lavo los dientes, no tenia los brazos delgados, ni el flequillo, ni los rasgos finos. Aunque pensándolo bien, si tenia los ojos chinos, o por lo menos así me decía mi novia. ¡Clarooo! Ahora recuerdo bien, estaba tan cansado ese día, tan agotado, que no tenía fuerzas ni para modular. Me estaba quedando dormido viendo esa serie horrible de jóvenes del colegio. Siempre un nene lindo, una nena linda, el marginado, el inteligente, etc… Y fue ahí cuando ella me dijo: - Que lindo que sos, estas chino jajaja… Es más, ¡pareces un japonés!

                No logro entender lo que me ha pasado, y de a poco voy asimilando que todo aquello fue un sueño. ¿o el suelo es este? La verdad no tengo idea. Por lo pronto solo quiero comer. Entro a un restaurante, saludo a Haruki y le digo:

      -寿司してください

Instagramer

                Nunca hizo tanto calor como aquel día de arranque de semana. Desde el momento en el cual pise el suelo que ya no era de mi propiedad predije que ese día sería maldito. Sin embargo, no contaba con las sorpresas que me depararía un día común y corriente.

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                Una simple pareja de la zona más pobre de la provincia se disponía a ser espectadores de una obra, a la cual irían mediante el canje de los puntos obtenidos por la compra en una heladería no muy conocida de la gran capital. La obra se trataba de un monologo del artista del momento, esos que desparecen luego de unos años. Él detestaba el humor del artista mientras que a ella le parecía estupendo.

El: -Que no sé qué le ves de chistoso a un mago que hace ruidos con la boca!!!

Ella: - No sé, me hace reír y punto. Si no te gusta, no hubiéramos canjeado los puntos por esta obra. Hubieses elegido esa obra aburrida que a nadie le gusta.- A nadie le gusta porque son todos unos ignorantes. Esa obra tiene grandes actores, un gran guion y de seguro que tiene una historia original, y no la vida de un mago que se la pasó fumando faso desde los 18 años.

- No te quiero ver reír ni una sola vez.

- No lo haré.

- No sé cuál es tu problema, como si no te permitieses disfrutar la vida. ¿Por qué no te podes reír de las boludeces que dice un mago fumon?

- Simplemente porque se fumó un faso e hizo un monologo en una tarde.

- Mientras que en la otra obra un viejo se fumo un opio y la hizo en un mes. Haceme el favor, y no arruines la salida.

-No la arruino, solo digo que la sociedad vira para la mediocridad con estos personajes que cuentan su vida. Y nosotros los idolatramos como si fuesen dioses. No nos basta con los boludos de bollywood, que ahora ponemos arriba de un pedestal a gente que solo tiene una cámara encendida. Y lo peor de todo, los nenes ven eso y lo copian. ¿O acaso no viste a tu sobrino de 4 años filmarse mientras va al baño? ¿Qué es eso? ¿Arte? ¿Exhibicionismo? ¡¡¡Por Dios!!!

-Ay pero es re divino, jaja ¿Acaso no te reíste cuando te mostré el video?

-Obvio, estaba toda tu familia. Si hubiese puesto la cara que quería poner, tu familia me trataría como a un desalmado y andarían diciendo que soy mala persona. A uno por ley le tienen que gustar los nenes y los perros. Sino la sociedad te margina. En la actualidad, si no te gustan los magos que fuman marihuana y hablan de su vida, sos un amargado. Pero lo que nadie ve, es que se pone de moda algo y pensas que te gusta algo que en realidad les gusta a todos.

-A mi me gusta y punto, no me importa si les gustase a todos o no.

-Eso es lo que crees vos...

-Bueno cállate, búscate a alguien con tus gustos entonces.

-¿O podes refinar los tuyos?

Ella no emitió palabra y lo miro con esa mirada con la que él entiende que se paso de la raya. En su interior, él supo que no tuvo que decir la última opinión, pero el orgullo y la terquedad no le permitieron dar marcha atrás para pedirle perdón y solo se decidió por quedarse callado.

                Les había tocado la cuarta fila y el artista se encontraba próximo a ellos. Alrededor se ubicaban en su mayoría parejas, todas agarradas de las manos o dándose un abrazo. Esta situación lo ponía incomodo, ya que a esa altura ya había aceptado que se había equivocado, pero por alguna razón no podía dar marcha atrás por todas las malas acciones que ya había cometido. Una vez arrancada la obra, le pareció muy graciosa y si bien al principio evitaba reírse, llego un punto donde no pudo contener la risa. Ante las carcajadas de su novia y la de todo el público estallo con carcajadas similares a un ataque de asma. La miro a su pareja y ella le devolvió la mirada afirmándole que toda estaba bien, y que podían disfrutar ambos de la obra. El le agarro la mano y ella posó su cabeza en el hombre derecho de él como era costumbre. La obra continuaba, y ella no podía parar de reírse, hasta se puso a llorar por un chiste que había hecho el fumón.

                Culminada la obra, caminaron, pasaron por una heladería y finalmente se fueron a su hogar. Arribados a la casa, antes de dormir y ya acostados en la cama él se sinceró y le dijo:

                

-Te quiero pedir perdón. Lo que hoy dije fue de envidioso, y no tuve ninguna intención de lastimarte. No pienso que seas ignorante y te puede gustar cualquier obra y cualquier comediante. Yo no soy quien para decir qué está bien y qué está mal.

-Bueno bombón, me alegra mucho que te hayas dado cuenta.

 El continuo:

-La pase muy bien, la verdad que me gustó mucho la obra, el tipo ese es un genio… Con el chiste de los nenes estallé, y con el de perrito también, fue un delirio jajaja. ¿A vos que parte te gusto?

- La verdad no sé, me aprecio media infantil. Seguro que hizo la obra para robar dinero por la fama. ¿No sentiste como si le hubiesen hecho el guion? Es más, algunos chistes ya se los había escuchado en otro lado. Pero estuvo bien para pasar el rato. Bueno lindura, me alegra que la hayas pasado bien. Buenas noches, que duermas con los angelitos.

               

           Ella apaga la luz, le da un beso en los labios, le da la espalda y cierra los ojos. Él, sin embargo, se encuentra con los ojos bien abiertos en dirección al techo, en la oscuridad, cuestionándose: Si se río toda la obra ¿Cómo P… puede ser que no le haya gustado?

Automático

Los días parecen repetirse, los diálogos son idénticos y se superponen sin sentido. La automatización ha acaparado toda la atención de tal forma, que los personajes no pueden diferenciar si son ellos mismos los que se expresan o la imagen que han adoptado. El sistema no esta preparado para hechos nuevos, para eventos impredecibles. Cualquier sorpresa produciría el desconcierto, la no respuesta. O peor aún, el hecho inhabitual tendría como contrapartida el dialogo diario obteniendo una conversación incoherente. Esta es la razón por la cual los integrantes de este sistema no logran congeniar, porque realmente no son ellos los que se están conociendo. Cada individuo muestra un perfil para protegerse, para encajar, para caer bien o simplemente para soportar el día tras día.

                Hay algunos principios dentro de este sistema. Uno de ellos es que la verdad es primordial, mejor dicho, hacer pensar a los demás que uno tiene la verdad es lo importante. A veces la disputa por ella se torna tan exhaustiva que se asemeja a una pelea de vida o muerte. Es tal la búsqueda de la verdad que, en ocasiones, aunque uno no la tenga, el orgullo y la terquedad se apoderan del individuo hasta el punto de defender una falacia.

                El problema es que el sistema es vulnerable. La confección de este sistema viene de tiempos remotos, y tiene fallas por todos lados. La sociedad ha evolucionado tanto, que el sistema ha quedado obsoleto. Una de las principales fallas es que existe la posibilidad de que la verdad puede ser la mentira. Es decir, que, en esa disputa por tener posesión de la verdad, salga victorioso el que defiende la falacia. Esto se puede producir por el consenso de los testigos que se encuentran presente en la discusión, por temas de poder, por vínculos, contactos, etc.

                Otros temas importantes para los pertenecientes al género masculino es la virilidad. Además de la verdad, los hombres que pertenecen a este sistema compiten continuamente por preservar su virilidad sobre la de todos los demás competidores. La misma es cuestionada con perseverancia y, en ocasiones (producto de otra falla del sistema) atenta contra la moral social e individual. Será decisión del hombre si desea seguir en esa competencia sin sentido o mantener su conciencia en equilibrio.

                Se puede apreciar que la mayoría de los integrantes no desean o se quejan por pertenecer a este sistema. El conformismo, el miedo y la ambición produce el sesgo de tales, quienes, ante la imposibilidad de considerar otra alternativa, se entregan parcialmente a un juego antiguo. Se encuentran en un estado de depresión que los modifica y que arrincona sus deseos y sus pensamientos.

                ¿Dentro de unas décadas, dirán que es inconcebible como vivimos en estos tiempos como nosotros repudiamos las épocas feudales?